~ "La imaginación crea la realidad." (Neville Goddard) ~


domingo, 3 de febrero de 2013

LIBRE O ESCLAVO (Neville - 7 de octubre de 1966)

Neville Goddard (7 de octubre de 1966)


LIBRE O ESCLAVO



Pido que compartáis vuestras experiencias conmigo porque motivan a todos. Personalmente yo no necesito motivación, pues he experimentado las Escrituras, pero todos los que no han experimentado la palabra de Dios necesitan estímulo.

Yo hago la afirmación, “La imaginación crea la realidad”, y lo digo en serio. Imagina si fuera cierto. No me importa lo que sea. Tú puedes imaginar que la cosa más increíble del mundo es verdad, y si eres fiel a esa asunción, y vives en ese estado, llegará a suceder. De eso estoy convencido y lo sé por experiencia personal. Por eso te pido que compartas conmigo tus experiencias para que yo pueda compartirlas con los que vienen aquí. He aquí una que me contaron hace poco.

El caballero escribió: “Mientras estaba sentado en mi oficina yo estaba aburrido y pensé, 'Ciertamente debe de haber una manera más agradable de ganar el doble de lo que estoy ganando ahora'. Bueno, decidí allí mismo que yo lo haría. Durante unos días me imaginé teniendo esa cantidad y luego, puesto que nada había cambiado en mi mundo, me pregunté si realmente era posible. Inmediatamente detuve ese pensamiento y volví a representar la escena, que implicaba que yo estaba ganando el doble de lo que estaba ganando en ese momento. No especifiqué de qué trabajo se trataba, sólo el dinero involucrado.

Dos semanas más tarde, un hombre que había conocido casualmente hace tres años me pidió que fuera a trabajar para él. Él nunca había hecho eso antes, sin embargo ahora era insistente y cuando mencionó el salario era exactamente el doble de lo que yo estaba ganando. Así que me fui a trabajar para él.

Mientras estaba allí me dije a mí mismo: 'Esto es mágico, de modo que ¿por qué debería trabajar? ¿Por qué no tener un ingreso igual a todo lo que necesito sin [tener que recurrir a] un trabajo?' Así que esto es lo que hice. Me imaginé yendo a mi buzón, abriéndolo y sacando las cartas habituales, correspondencia, facturas y un sobre no identificado. Al llegar a casa abrí el sobre y encontré un cheque por la cantidad que yo pensaba que necesitaría para un largo, largo periodo sin trabajar. Luego ví esa cantidad sumada a mi hoja de balance del banco. Hice eso cada noche cuando me iba a dormir. Dos semanas después, no viendo evidencia de esto en absoluto, me dije: '¿Te estás volviendo loco? Esto es completamente estúpido.'” Luego, él agregó como un pequeño comentario, “Como una vez pensé que tú lo estabas”.

Bueno, él no es el único que ha pensado que yo estaba loco. Incluso el que despertó en las Escrituras fue llamado loco. Léelo en el capítulo 10 de Juan, “'Nadie me quita la vida, yo mismo la doy. Tengo el poder para darla y el poder para volverla a tomar.' Entonces los que oyeron esto dijeron, '¿Por qué le escuchamos? Tiene un demonio y está loco.'” En la ciudad de Nueva York, en 1939, había una librería en la calle 49 en la que me encantaba pasar mis días. Yo no tenía libros impresos en aquel entonces, pero los propietarios habían puesto mi foto en el escaparate. Ese día, cuando me acerqué a la tienda de libros, dos señoras estaban mirando el escaparate. Una de ellas señaló mi foto y dijo, “¿Sabes quién es? Es el místico loco de la calle 47. Deberías oírle. ¿Sabes qué le dice a la gente? Que su conciencia es Dios. Te dice que la imaginación crea la realidad. ¿No es la cosa más tonta del mundo? Tienes que ir a oírle una noche.” Eso ocurrió hace muchos años, pero ahora este señor cuestiona su propia cordura como una vez cuestionó la mía.

Pero”, continúa él, “dos semanas más tarde me reuní con un amigo con el que había acordado que nos veríamos muchos meses antes. Mientras estábamos hablando me dijo que acababa de heredar una gran suma de dinero de un pariente desconocido y decidió compartir conmigo cierta cantidad de ese dinero, que resultó ser exactamente la misma cantidad, hasta el último dólar, que yo había imaginado, así que la acepté. Ese verano hice todas las cosas que he querido hacer toda mi vida. Fui a la playa, estuve descansando y en general disfruté de mí mismo. Luego, un hombre al que nunca antes había visto me llamó y me pidió que fuera a trabajar para él. Le dije que yo no quería trabajar para nadie, pero él insistió, así que tomé algo de mi trabajo y fui a verle. Al hombre le gustó tanto mi trabajo que llamó a su cliente principal y fuimos a verle de inmediato. Cuando entré en la oficina del cliente supe que yo ya había estado allí antes. Reconocí la pared con paneles, el roble gigante que podía ser visto desde la ventana, así como la planta de la esquina de la habitación. Incluso el hombre era el mismo que yo había visto, no físicamente, sino en mi imaginación. Después de aceptar el trabajo regresé a casa y recordé. Esta es la gran lección que me enseñó.

Recordé que yo estaba sentado en mi escritorio y dejé que mi mente divagara. Mientras mi mente divagaba entré en esa oficina con paneles desde la que miré a través de esa ventana el roble gigante. Recordé que estuve viendo al hombre y la planta. Habiéndolo visto en mi imaginación, esta es mi conclusión: La imaginación crea la realidad de la manera más determinada y definitiva que el hombre pueda nunca imaginar. No solamente el acto imaginativo intencionado crea un hecho, sino que todo el mundo está viviendo según este principio a cada momento del tiempo tanto si lo sabe como si no le importa saberlo. Tanto si lo cree o no quiere creerlo, nadie puede eludir el principio de que la imaginación crea la realidad. No son solamente los actos imaginativos intencionados, sino todo acto imaginativo, pues yo no entré en esa habitación intencionadamente.”

Ahora”, decía él, “tengo una planta creciendo en mi sala de estar. Es la planta más lujosa que puedas imaginar; sin embargo cada horticultor me dice que la planta no puede vivir bajo esas condiciones. ¿Por qué está medrando? Porque fui adelante en mi imaginación y la vi medrando. Ahora se está apoderando de mi sala de estar aunque todos los horticultores me dicen que es imposible.”

Si hay evidencia de una cosa, lo que tú o yo pensemos sobre el asunto no es importante. ¿Qué más da lo que nadie piense si la evidencia se produjo? Él tiene la evidencia, y yo no puedo agradecerle lo suficiente esa carta. Estas son historias celestiales que puedo compartir contigo.

No importa lo que un hombre haya hecho, si él conoce y aplica este maravilloso principio de Dios puede liberarse. Dios es un ser indulgente. ¿Si él llevara a cabo cosas contra nosotros quién podría escapar? No importa lo que un hombre haya hecho, Dios perdona y perdonará todo, porque Dios se convirtió en hombre para que el hombre pueda convertirse en Dios. Pero recuerda, siempre estamos imaginando e independientemente de si tu acto imaginativo es intencionado o no, todos los actos imaginativos se convierten en hechos.

Noche tras noche, cuando yo me voy a la cama, mi ojo imaginativo se abre y veo mundos que son totalmente diferentes de éste. Y, cuando intensifico mi vista, me voy, disparado como un meteoro, al lugar que estoy contemplando. Entro directo en ese mundo y se vuelve tan real como éste. La energía que es la imaginación de uno es la vida misma. Anima todo en el mundo. Mi amigo dejó que su mente divagara, y mientras lo hacía él se trasladó a una obra de teatro, entró en una habitación con paneles y observó a un hombre, una planta y la vista de un roble desde la ventana.

Dos semanas más tarde, él entró físicamente en la habitación. En su carta decía, “Ahora sé que tú estás enseñando la verdad, pues la ley es la verdad, y te doy las gracias por enseñarme cómo usarla.” Yo le agradezco tan profusamente, si no más, por compartir esto conmigo de modo que yo pueda contarte estas maravillosas historias.

Ahora vamos a otro aspecto de este pensamiento de ser libre o esclavo. Todos nosotros somos esclavos, pues todos nacemos de mujer, la mujer llamada Agar en la Biblia. Mi madre nació [siendo] Wilhelmina, pero ella es Agar. Mi esposa es Catherine Willa, pero ella es Agar, pues dio a luz a un niño. Cada vientre que trae un niño a este mundo es la Agar Bíblica. Pero hay otro vientre, llamada Sara, ella es de arriba y trae a todos a la libertad.

En el Libro del Génesis se nos dice que “Abram cayó en un profundo sueño y mientras dormía una gran oscuridad descendió sobre él. Y el Señor le dijo, 'Tus descendientes serán extranjeros en una tierra que no es suya. Serán esclavos allí durante cuatrocientos años. Después de eso ellos llegarán a una gran herencia.'” Y cuando Abraham estaba molesto porque no tenía un heredero, el Señor dijo, “Tu propio hijo será tu heredero.” Entonces Abraham se rió porque él tenía cien años y Sara noventa y “había dejado de tener la costumbre de las mujeres.” Ahora, esta misma historia se cuenta en el Libro del Éxodo, pero esta vez son cuatrocientos treinta años en lugar de cuatrocientos. “El Señor sacó a los hijos de Israel de Egipto después de 430 años.”

El hebreo es la lengua más grande del mundo, no para usarla entre la gente, sino para expresar los misterios de las Escrituras. En la lengua hebrea cada letra tiene un valor numérico y simbólico. Abraham tenía 100 años de edad. Eso es Qoph, cuyo símbolo es la parte posterior del cráneo. Y el número 400 tiene el valor simbólico de la señal de la cruz. Es la vigésimosegunda, la última letra del alfabeto hebreo, Tav.

Todos nosotros estamos en la cruz, pues el cuerpo que tú llevas aquí es la cruz que soportas. No hay cruz de madera. Olvida todas esas tonterías. El Cristo universal está crucificado en tu cuerpo. Ahí es donde el Mesías, que es Dios mismo, está crucificado. Yo lo sé por experiencia. No estoy especulando. Mientras que vistas la carne, tú llevas la cruz y eso es 400. No 400 años como tú y yo medimos el tiempo, sino hasta que te quitas tu cruz por última vez. Cuando tu viaje llegue a su fin recibirás la gloria de tu herencia celestial. Esto no se puede realizar en ti hasta que tu vestimenta de carne (tu cruz) sea retirada, y eso sucede al final de los 400 años.

¿Entonces por qué el treinta? Treinta es el precio pagado por un esclavo. El precio de la persona no liberada era de treinta shekels de plata. Se nos dice en el libro del Éxodo: “Si un buey” (el símbolo de Cristo) “golpeara, corneara o matara a alguien, el dueño del animal deberá pagar al dueño del esclavo treinta shekels de plata.” Ese es el precio de la persona no liberada. Cada uno aquí es valorado en treinta piezas de plata. Cuando el mensajero de Cristo viene al mundo y entonces te aguijonea (pues treinta es Lamed en hebreo, cuyo símbolo es una puya de buey y la duodécima letra del alfabeto) para que renuncies a tus conceptos tradicionales y pases de un Dios de la tradición al Dios de la experiencia, tú has sido corneado y treinta piezas de plata son pagadas por tu libertad. Se dice que Judas arrojó las treinta piezas de plata al templo llamado el lugar de la sangre. ¿La sangre de quién? La sangre de Dios. Ese es el precio pagado por el individuo que es así aguijoneado, que después de escuchar tiene que renunciar a su reivindicación de todo lo que creyó en el pasado y seguir un nuevo concepto, una nueva interpretación de la Palabra de Dios.

Se nos dice, “Esta es una alegoría”, en la carta de Pablo a los Gálatas. Ahora, no hay nadie en las Escrituras que sea más hebreo que Pablo. Él confiesa, “Yo soy de la tribu de Benjamín, un hijo de Abraham. Un romano por ciudadanía, pero un hebreo de hebreos.” Él persiguió a los que hablaban como yo lo hago esta noche hasta que tuvo la revelación. Entonces se convirtió en un gran maestro de esta manera. No puedes poner a nadie en la misma categoría que Pablo. Su carta a los Gálatas es una biografía. En ella él dice, “Esta es una alegoría. Abraham tuvo dos hijos: uno con una esclava nacido según la carne” (esto es tú y yo) “y uno con una mujer libre, nacido según la promesa.” ¿Sabes lo que es una alegoría? Es una historia contada en sentido figurado o simbólico que requiere interpretación, de modo que el oyente (o el lector) pueda descubrir a los personajes ficticios y aprender su lección. Ahora Pablo continúa su alegoría diciendo, “Agar tiene hijos según la carne y Sarah, la Jerusalem de arriba, es libre. Ella es nuestra madre.”

Yo he experimentado ambos nacimientos. No recuerdo mi nacimiento del vientre de mi madre física, pero sé que ella me dio a luz a la esclavitud. Esa es Agar. Yo no sabía cuál era el otro hasta que me ocurrió en la mañana del 20 de julio de 1959, cuando salí de la que es de arriba. Salido de mi propio cráneo. Surgí dentro de mí y salí como un ser nacido, para encontrar todo el simbolismo de las Escrituras desplegándose ante mí y yo interpreté el papel del ser central en el drama. Los tres hombres estaban presentes, el niño envuelto en pañales, todo era perfecto. Salí de la mujer de arriba, de la que nos lleva a la libertad, mientras que la de abajo nos lleva a la esclavitud. Y así como fue en los días de la antigüedad, así es hoy. Pero, ¿qué dicen las Escrituras? “Echa fuera a la esclava y a su descendencia, pues el hijo de la esclava no heredará lo que nació libre.” ¿Por qué? Porque es un nacimiento a un mundo completamente diferente.

Ahora volvamos al verdadero Abraham. Pablo nos dice, “La promesa fue hecha a Abraham y a su descendencia” (singular, no plural) “que es Cristo.” En la misma carta, Pablo dice, “Trabajo con vosotros hasta que Cristo sea formado en vosotros.” Dios Padre se está formando en ti, como tú, y cuando la forma sea perfecta darás a luz a Cristo como tú mismo y dirás, con el conocimiento de la experiencia, “Yo soy Él”.

Dios se acostó a dormir dentro de mí, y mientras Él dormía soñó un sueño. Soñó que él es yo, y cuando despertó yo soy Él. ¿Cómo lo supe? Mediante la revelación. David, en el Espíritu, me llamó Padre, y Dios le dijo a David, “Tú eres mi hijo, hoy te he engendrado.” Cuando el único hijo engendrado de Dios me llamó Padre, supe quién era yo. No hay otra forma de que alguna vez yo pudiera saberlo.

Por eso te lo cuento con la esperanza de que me creas y compartas tus experiencias conmigo. Esta maravillosa carta vino de una señora. Ella decía, “Tengo la costumbre de tener una libreta y un lápiz en mi mesita de noche cuando me voy a dormir. Esta mañana me levanté, llevé a Dusty a la escuela y regresé para hacer la cama cuando descubrí algo escrito en la libreta.

En ese momento no podía recordar haber escrito en ella, pero esto es lo que escribí, 'Una voz decía: Me metí en el vientre de mujer hasta que fuera la hora.'” Ella se había metido en el vientre de la mujer desde arriba. Puede que no pase mucho antes de que ella se libere. Ella ha estado teniendo algunas experiencias maravillosas, pero yo no sé cuándo. Nadie lo sabe, ni aun el hijo, sólo el Padre en ella. El Padre duerme en todos y cuando Él se saca a sí mismo Cristo es traído a la realidad.

Así que ¿eres libre o esclavo? Si conoces la ley de Dios, como este señor la conoce, puedes ser tan libre como el viento. Sólo imagínate a un señor sentado en su escritorio contemplando que duplica sus ingresos, y salido de ninguna parte un hombre que él había visto semanalmente durante tres años es el instrumento a través del cual esta duplicación se produce. A pesar de eso él quiere algo más. Él no quiere trabajar. De modo que acude a una cita que concertó meses antes con un hombre que acababa de recibir una herencia de un pariente desconocido que insiste en compartirla con él. Entonces le extiende un cheque por la cantidad exacta que él, durante un periodo de dos semanas, había estado sacando de su sobre sin identificar. Así que se larga y disfruta del verano entero sin hacer nada. Luego recibe una llamada de alguien a quien nunca había visto instándole a que vaya a verle y le lleve algo de su trabajo. El hombre le presenta al tipo de la oficina que el señor ya había visitado previamente mientras estaba sentado en su escritorio soñando un sueño.

Creo que esto es fantástico. Aparte de conocer esta ley, él es consciente de que no sólo el acto imaginativo intencionado se traduce en una experiencia, sino también el no intencionado. Cada acto imaginativo se está manifestando en este mundo, quieras creerlo o no; por lo tanto, ¿por qué no volverse intencionado al respecto? ¿Por qué no tomar el timón y dirigir el barco hacia tu verdadero destino? Estamos todos en el mar, por así decirlo, y o vamos a la deriva o podemos asir ese timón y dirigirnos hacia el puerto que queramos. Depende totalmente de nosotros.

Así que repito, “Imaginar crea la realidad”. Los grandes pasos hacia adelante en este mundo fueron dados por hombres y mujeres que imaginaron como si ya fuera. Vieron las cosas imaginativas como si ya fueran y construyeron su mundo en base a ese acto. Cuando tú comienzas a imaginar que las cosas son como te gustaría que fueran rompes el lazo, pues tú eres un siervo, un esclavo hasta que sabes cómo imaginar y vivir según ello. Así que mientras estés viviendo en el mundo de los esclavos, aprende la ley de Dios, porque somos esclavizados por cuatrocientos años – en tanto llevemos la cruz – la Tav.

Hasta que me quite esta cruz no puedo aprehender realmente la fantástica herencia que es mía. He heredado lo que es impecable, lo que es para siempre, pues mi herencia es Dios mismo. Como Pablo, “Yo desearía estar con Cristo. Eso es muchísimo mejor, pero por vuestro bien la necesidad de que permanezca en el cuerpo es mucho mayor.” Él había heredado la fabulosa promesa entera, pero por el bien de aquellos permanecería en el cuerpo y nadie sabe realmente la naturaleza de su final. Las iglesias le han martirizado o asesinado, pero su muerte no está recogida en las Escrituras.

Las iglesias han hecho un lío de las Escrituras. Ahora tienen un Jesús de 1 metro y 60 centímetros porque encontraron un pequeño sudario 1.500 años después del supuesto acontecimiento. Lo vi una noche en la TV, en un programa donde un arqueólogo trajo una foto de esa cosa. Cuando ves eso puedes entender por qué las Escrituras dicen, “Complació a Dios preservar estas cosas de los sabios y prudentes y revelarlas a los niños, pues tal fue su beneplácito.” Todos estos sabios con toda esta tontería. Un obispo estaba allí, el que habla con autoridad en su iglesia, ahora tiene un Jesús de 1,60 metros debido a este estúpido sudario. Cristo nunca caminó por la tierra como el mundo enseña. Yo estoy hablando de un Cristo cósmico, un ser totalmente sobrenatural que está enterrado en el hombre. Un Dios universal, no una simple cosa que salió del vientre de una mujer. Él es completamente sobrenatural, sin embargo ellos están tratando de hacerlo una cosa de carne. Pablo advirtió contra esto a los Gálatas diciendo, “¿Por qué sois tan insensatos? ¿Habiendo comenzado con el Espíritu, vais a acabar con la carne? [Gálatas 3:3]” Pero lo leen y no lo ven. Tienen oídos pero no oyen. Tú nunca sabrás que eres Él hasta que su Hijo se te aparezca y te llame Padre. Sólo entonces sabrás quién eres tú.

Elige esta noche lo que deseas ser, libre o esclavo. Yo te digo: tú puedes ser cualquier cosa que quieras ser. No me importa lo que el mundo te diga. No pienses que estoy loco, como una vez lo pensaron el señor y las señoras de Nueva York. Yo no estoy loco. Yo veo mundos que nadie ve. Yo comulgo con estados y con sus ocupantes. Comulgo con Blake. Estamos separados por doscientos años, pero estamos muy estrechamente tejidos en el tapiz del tiempo. Me reúno con estos personajes que aparentemente están tan atrás en la historia del tiempo, pero no lo están. No para mí.

Noche tras noche, mientras estoy acostado en mi cama, veo lo que no debería ver. Entonces intensifico un ritmo que siento dentro de mí y de una vez entro directo en la escena y exploro. Veo mundos que son tan sólidamente reales como éste, y enseño allí. No importa a dónde vaya, siempre estoy enseñando, diciéndoles la palabra de Dios. Y ellos me esperan. Tengo muchedumbres esperándome. Voy, les enseño y luego regreso aquí. No importa a dónde vaya, estoy haciendo el trabajo de Dios, pues cuando Él me abrazó yo fui enviado. En el momento del abrazo me volví uno con Dios, y puedo decir con Pablo, “¿No soy libre? ¿No soy un apóstol? ¿No he visto a Jesús, nuestro Señor?” Ese es el único requisito para el apostolado. ¿Y qué es un apóstol? Uno que primero es llamado, abrazado e incorporado al cuerpo del Cristo Resucitado y enviado. No sólo enviado aquí, sino que “Tengo otras ovejas que no son de este redil”. Los otros no están necesariamente en Nueva York o San Francisco donde iré el próximo año. No. Hay mundos dentro de mundos dentro de mundos ahí fuera esperándome y yo voy y enseño. Ahora eso puede sonar como si yo estuviera tan loco como una cabra, pero no hay diferencia para mí. Si esto es locura, entonces estoy totalmente a favor de ella.

Pero yo te digo, si conoces y vives según la palabra de Dios descubrirás que produce enormes dividendos. Nunca te fallará. Si, después de haber imaginado, aparece la duda, deséchala. Tú lo has hecho. Y recuerda, no sólo todos los actos imaginativos intencionados vienen a la existencia, sino que todos los actos imaginativos no intencionados son igual de creativos. Así que cuando las pequeñas molestias inesperadas aparezcan, no pudieron suceder por sí mismas. Fueron traídas a la existencia por un acto imaginativo que ahora está olvidado y pueden permanecer sólo en tanto tú las sostengas por un acto imaginativo. Y cuando las molestias dejen de recibir tu sostén, se desvanecerán.

Ahora entremos en el silencio.



Traducido por Manu LDA
La conferencia original en inglés es FREE OR SLAVE (Neville Goddard 10-07-1966)




3 comentarios:

  1. Muchas gracias por tu gran aporte, por tu blog, es un gran trabajo de traduccion y difussion, gracias Manu

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  2. Hola.
    Estoy contenta por mis cambios. . . pero hay algo que aún sigo teniendo miedo. soy mujer y siempre desde niña fui sensible a otras mujeres que me hacían sentir menos, o eran mandonas. siempre callé y dejaba que ellas me pisaran en algún aspecto. Hoy en día me encuentro muy pocas mujeres así pero me doy cuenta que aún sigo sensible no tanto como antes pero algo Sí, y crece la rabia en mí. Qué opinas ???

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    1. Hola Rahel. Estas cuestiones mejor exponlas en el grupo de facebook. Saludos.

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